martes, 8 de febrero de 2011

JUEGOS

Mis huellas
Juegos educativos de 0 a 3 años. Ubicación, interior.
     Nombre: Mis huellas
   Edad: 2 a 3 años
   Objetivos: Reconocer el esquema corporal
   Tipo de juego: Sensorial, grupal
   Ubicación: Interior (Las mesas del aula, la sala de Psicomotricidad).
   Desarrollo: El niño moja la yema de un dedo en un tarro con tempera y lo estampa en un papel continuo. A continuación le pintaremos toda la palma de la mano y hará lo mismo, la estampará y verá la huella. Luego lo realizaremos con los pies y posteriormente les limpiaremos.
   Recursos: Papel, envases vacíos, temperas, pinceles y rodillos
   Nº de participantes: 15 a 20 niños.
   Duración: 20 Minutos
   Capacidades que se desarrollan: Coordinación óculo-manual, creatividad, lenguaje, tacto.
   Reglas: Pintar o estampar sólo en el papel continuo.
   Variaciones: No hay. 
http://www.pequeguay.com/paginas/educativos/03interior/mishuellas.htm

lunes, 7 de febrero de 2011

CUENTO

Valor Educativo

Generosidad

Elementos principales


Idea y enseñanza principal

Ambientación

Personajes

Mostrar que la generosidad y el dar a los demás suelen revertir en uno mismo de la forma más imprevista y más grandiosaEl campo y los animalesUn conejito, un mago y otros animales

Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas."Son mágicas, y serán aún más mágicas si sabes usarlas" El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.
Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar."Dame algo, por favor", le dijo. El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dió a la oveja. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la ovejita la necesitaba más que él. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas.
Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.
En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué? ¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?. ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!
Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!
Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos
http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/el-regalo-magico-del-conejito-pobre